sábado, 15 de enero de 2011

CONJUROS DE LA MEMORIA

No sé si un sol desmedido y burlón
       me atravesará de punta a punta
       cuando salten de mi pecho todos los gritos guardados
       cuando se rompan las oscuridades
       de mi perfecta catedral secreta
       con el sostenido sonido del órgano medieval
       ululando su voz de parto,
       su alarido de queja y de tristeza.
      
       Estoy como nací-desnuda-
       mojada de lágrimas con el pelo chorreándome nostalgia
       y un cansancio vetusto acomodado en mis huesos
       y mientras me dejo ir en el humo,
       viene su mano y me sostiene
       y me levanta y me hace tronar de júbilo,
       me zarandea las ganas de vivir,
       me dice verde con ojos de monte
       azul con el pelo espumoso de mar
       estrella con las uñas brillantes
       viento y sopla mi angustia y la desperdiga
       y me hace nadar en el aire, retozar en los arroyos,
       romper los relojes del tiempo,
       borrar la huella de mis pequeños pecados
       vueltos trascendentes por los oscuros designios
       de su otro yo iracundo hermano de este duende iluminado
       que me persigue en el sueño
       en el que corro huyendo, siguiéndole yo a mi vez
       juego de gato y ratón hasta que viene la lluvia
       y la risa y volvemos a ser amantes helechos hojas atrapadas
       en las correntadas de mayo y todo vuelve a empezar
       cuando cruzamos lavados y nuevos
       el umbral del paraíso.
      
       Gioconda Belli

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